DERECHOS RESERVADOS

Gracias por citar la fuente en cualquier reproducción que se haga de este material. D.R. Elías Blanco - Museo del Aparapita.

lunes, 6 de febrero de 2012

ENRIQUE KEMPFF MERCADO

KEMPFF MERCADO, Enrique (Santa Cruz, Bolivia, 1920 – 2008).- Poeta, novelista, cuentista y ensayista.
De profesión abogado, con estudios en la UAGRM. Trabajó en el campo diplomático, siendo director del departamento de Política Exterior (1946-1947) y Subsecretario de Relaciones Exteriores y Culto (1964-1065); Primer secretario de la Embajada de Bolivia en Washington (1947-1952); Representante ante la OEA (1948-1952); Embajador de Bolivia en Italia (1966-1968), y en el Uruguay (1978-1980). Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua y de la Academia Cruceña de las Letras. Galardonado en los Juegos Florales de Cochabamba en 1940 con la banda ‘Gay Saber’. El estado boliviano le otorgó el Premio Nacional de Cultura (1996).
A decir de Lucio Paz Rivero (1988), Kempff “es un auténtico hombre de letras; infatigable en el estudio para depurar el estilo o afinar la técnica; sin arrogancias en el triunfo, pero conciente de su propia valía; decoroso en su actuación pública y privada; dotado de una integridad moral que dignifica su obra; y, sobre todo, exigente siempre en la búsqueda de la excelencia". Por su lado Pedro Shimose define: “Su obra consagra a un poeta telúrico, social, amatorio y metafísico. La crítica literaria redujo su obra poética a la escuela costumbrista y lo encasilló en la literatura regional, pero, ante todo, es un poeta introspectivo, de gran hondura metafísica. /…/ Prosista extraordinario, sus novelas y cuentos le reservan un sitio de honor en las letras hispanoamericanas”.
En torno a su libro Gente de Santa Cruz (1946), Daniel Dory anota que el autor cumple con su intención de retratar a la gente oriental, “lograda mediante una sucesión de textos breves que van formando lo que podríamos designar como el ‘corpus costumbrista y folklórico cruceño’, en el cual figuran descripciones del palo encebado, del carnaval, del buri, de los tapados, del carretón de la otra vida, del juego del chivo y de la vigilia de los santos; sin olvidar la sortija y las andanzas del bandido Hurtado, ni la riña de gallos, el velorio de la cruz y la mujer mula… Estos asuntos, así como la semblanza de algunos personajes típicos, conforman los materiales básicos con los cuales este modo de representación de la realidad cruceña, generalmente anterior a los años 1950, consigue manifestar originalidad a la vez que su interés documental”.
En cuanto a su obra poética y sus motivaciones, el propio Kempff anota en el prólogo a Tierras interiores (1946): “Nací en Santa Cruz de la Sierra una tarde radiosa de febrero. En la simple lejanía de mis recuerdos corre, presente y vivaz, el río transparente de mi infancia. /…/ Mis versos están en todas esas cosas. Su aparente diversidad fluye –no sé por qué– de la propia unidad de origen. Como quisiera agradecer a todas esas buenas cosas de mi tierra, una tras una, porque me regalaron generosamente belleza; esa belleza que duerme en los ojos de las mujeres, que late en la savia de los limoneros y hace que la luna no se detenga en menguante. Ellas –vida y poesía– hicieron nacer mis poemas. Ellas hicieron crecer. Como un árbol, este libro nacido y vivido en las entrañas recónditas de América y en las tierras internas del espíritu. Tierras interiores es, pues, mi hijo, como es hijo de mis padres y de mi pueblo”.
Y entre sus versos, se inscribe ‘Poema del camba’, que en parte dice: “Hombre sumergido en un océano de hojas, / tronco telúrico. / Vibración sonora de la selva. / Tórax fraguado en un rudo golpetear de truenos / y una espiral de látigos. / Ojos a sol y sombra. / Manos endurecidas en el contacto áspero del azadón. Extremidad humana de tus brazos morenos. ¡Tierra, tierra! / Fragante en primavera cuando hiendes el surco / y con los pies desnudos fragmentas los terrones / húmedos de rocío”.
Del conjunto de sus novelas, destaca Pequeña hermana muerte (1969), sobre el que Manfredo Kempff Suárez anotó: “una de sus obras cumbres, donde los personajes son víctimas de ansiedades producto de situaciones conflictivas en un medio en que los amores, las infidelidades, las frustraciones, y la atmósfera recelosa, conforman un ambiente conmovedor, que no se lo puede inscribir enteramente dentro del costumbrismo al que estábamos ligados, sino, más bien, a algunos pasajes similares al del norteamericano Faulkner, en ese amor por su tierra sureña que perduró por siempre”.
Para Daniel Dory, con Pequeña hermana muerte  Kempff logra “producir, sin lugar a dudas, la mejor novela escrita hasta entonces en Santa Cruz y un documento esencial sobre las transformaciones que vive la región en lo que va de la segunda mitad del siglo XX. A través del destino de tres generaciones de una familia, este autor ofrece, mediante la caracterización de cada personaje, una representación irremplazable de lo que, en pocos años llegó a ser una verdadera mutación de la sociedad cruceña”.

LIBROS
Poesía: La cruz del sur (1940); Tierras interiores (1946).
Novela: Pequeña hermana muerte (1969); Los años cansados (1980); Las calles del tiempo (1986); Tardes antiguas (1995).
Cuento: Gente de Santa Cruz (1946); Otoño intenso (1961).
Otros: Gabriel René Moreno (narración histórica, 1952).

Ref.- E. Kempff, Tierras interiores, 1946, prólogo y p. 63; L. Paz, “Obra literaria de K.M.”, PL, 12.06.1988, 1; J. Siles, “E. Kempff”, en Cien Obras Capitales, 277; Guzmán, Biografías: I, 286-87; Guttentag, Bibliografía 1995, 59; Arancibia, Figuras, 97-102; A. Parejas, prólogo a Estudio sobre Gabriel René Moreno, 2008, XXIX-XXX; M. Kempff, prólogo a Pequeña hermana muerte, 2008; Ágreda, Antología, 2010, 475-476; D. Dory, Una aproximación, 2011, 78 y 93 y 101; Shimose, Poetas del Oriente, 2011, 23-29



COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani

No hay comentarios:

Publicar un comentario